El escenario actual, a causa de la pandemia, deja al descubierto las falencias de las empresas en relación a su cadena de suministro. Sin embargo, este contexto de incertidumbre es precisamente una oportunidad para poner a prueba la gestión de riesgos y ganar ventaja ante nuestros competidores. ¿Cómo hacerlo? Tres expertos responden a esta duda.
Años atrás, las empresas disponían de una cadena de locales para que los clientes revisen y adquieran sus productos. Hoy, la realidad es otra: las personas no desean acercarse al establecimiento, al contrario, buscan encontrar la oferta en la página web, con amplia disponibilidad de stock y entrega inmediata. Es así que el desarrollo del ecommerce y la configuración de marketplace han replanteado la capacidad logística. ¿Por qué? Los puntos de venta online han suscitado una serie de desafíos en materia de abastecimiento, manufactura, almacenamiento, distribución y transporte. Más aun, considerando que la transformación digital, la automatización de procesos y el cambio en los hábitos del consumidor, ha propiciado el desarrollo de nuevas estrategias de operación. Una de ellas, la omnicanalidad.
Hoy en día, los clientes exigen a las empresas seguir ciertos estándares y regulaciones técnicas. Alrededor de estos requerimientos, se han creado una variedad de certificaciones que verifican su cumplimiento. Sin embargo, ¿qué pasa cuando los proveedores de países como Ecuador, no cuentan con los recursos necesarios para atender dichos parámetros y demandas? Es evidente que existe relación de poder subyacente que no siempre beneficia a los productores. Con esta idea de investigación, Verónica León, directora de la Maestría en Dirección de Operaciones y Seguridad Industrial de la UDLA desarrolló una ponencia en el marco de la 28va Conferencia de IPSERA efectuada en Milán.
Habitualmente, se cree que la seguridad y salud en el trabajo se reduce al cumplimiento normativo; que constituye un gasto más y carece de valor agregado. Nada más lejano de la realidad: la contribución de este tipo de actividades incluso se puede cuantificar económicamente: reducción de primas de seguro, diminución de indemnizaciones, aumento de productividad, ausencia de paralizaciones en planta. En consecuencia, este ámbito no se limita a la redacción de manuales; al contrario, comprende un sistema que apuntala la cultura de las empresas.
La contabilidad de costos no es un tema exclusivo de contadores, tampoco se reduce a los balances financieros de una empresa: constituye una metodología estructurada que mide el tiempo, así como los recursos y procesos empleados para desarrollar un determinado producto o servicio. A criterio de Carlos Bernal, docente internacional de la Maestría en Dirección de Operaciones y Seguridad Industrial, este cambio de paradigma supone entender que, a partir de un mejor registro de información, se pueden adoptar decisiones estratégicas de negocio.
¿Cómo se trabaja la confianza? Al respecto no existen conceptos, teorías, metodologías. Y la confianza constituye, precisamente, la base que antecede toda relación humana. Más aún, si se considera que la credibilidad en las personas, subyace la posibilidad de generar alianzas, convenios. En ese sentido, conversamos con Andrea Patrucco, docente internacional de la Maestría en Dirección de Operaciones y Seguridad Industrial, y experto en colaboración empresarial, para identificar los lineamientos y consideraciones que las organizaciones deben considerar al momento de interactuar con sus proveedores.
Históricamente, los departamentos de operaciones y seguridad industrial han sido considerados como el centro de costos, sin tener en cuenta que estas áreas son las que más ventajas generan a través de la flexibilidad, agilidad, eficiencia, aseguramiento de la calidad y creación de valor agregado a los productos o servicios.
La necesidad de innovar y agilitar procesos ha implicado que las industrias busquen nuevos mecanismos que faciliten su operación. En ese sentido, una de las herramientas más utilizadas para el análisis de las distintas áreas productivas, es la simulación de procesos. Según Lee Krajewski y Larry Ritzman, esta técnica consiste en la reproducción del comportamiento de un proceso, paso por paso, para prever con antelación su impacto de manera precisa y cuantificada.
Eficacia en los procesos y generación de valor. Son dos temas básicos cuando hablamos de los resultados que un director de operaciones debe conseguir en una empresa.
Las tecnologías y el mundo globalizado son un desafío en el mundo actual. Los consumidores son más exigentes y las empresas deben estar listas para asumir los retos. Aquí te dejamos algunas pistas para que puedas enfrentar los nuevos desafíos del mercado.