El mundo de hoy necesita soluciones rápidas. Si algo nos ha enseñado el desarrollo de la vacuna contra la COVID-19 es precisamente eso, la agilidad con la que se llevó a cabo el proceso. Ahora, la esperanza radica en que su distribución se realice con base en ese mismo principio.

 

Para ello, un concepto de gran utilidad es el de la logística humanitaria que sucede en situaciones de crisis, a través de operaciones de ayuda humanitaria, explica Ricardo Thierry, Docente del Diplomado en Logística Integrada y Compras 4.0: Digital Supply Chain, que se lleva a cabo en alianza con el Tecnológico de Monterrey.

 

En el contexto de la pandemia, la distribución de la vacuna a nivel mundial implica una serie de retos que incluyen a la industria farmacéutica y a los gobiernos, y que se resumen en la necesidad de “planificar y asegurar cadenas de suministro estables para las vacunas y los suministros médicos que demanda esta crisis”, detalla Ricardo.

 

Los factores críticos

Infraestructura logística. El principal desafío es mantener una cadena de frío que mantenga al producto en óptimas condiciones, especialmente en países como los de América Latina, donde no siempre existen las condiciones necesarias. En este punto será necesario tomar en cuenta los recursos disponibles como vehículos, instalaciones o contenedores refrigerados, que son tan importantes como personal logístico especializado en este tema.

 

Seguridad en el transporte. Se refiere a la necesidad de brindar un entorno adecuado para evitar robos u otro tipo de incidentes que afecten la entrega.

 

Seguridad en el producto. La industria 4.0 permite la consolidación del concepto denominado la visibilidad de la logística. Esto implica la posibilidad de asegurar que todas las vacunas lleguen donde deben llegar con la garantía de la trazabilidad, es decir que “cada pieza, de cada lote cuente con un código de serialización y un sistema de identificación a prueba de falsificaciones (tintas, sellos, etiquetas)”, explica Ricardo.

 

Sistema de control de producto. Con el código de serialización, se debe hacer un registro metódico de los números de lote, cajas y piezas; además de un control exacto de cajas por destino. El centro de distribución debe seguir un control de inventarios FEFO (first expired, first out o primeras expiradas, primeras salidas), en los embarques.

 

Asimismo, Ricardo reflexiona sobre la necesidad de alinearse a las estrategias mundiales que se manejan para la distribución de los diferentes tipos de vacunas contra la COVID-19, ya que cada una de ellas requiere condiciones distintas para su mantenimiento.

 

Otro punto clave es la participación y coordinación con el ejército, ya que es un tema de seguridad nacional, y, por lo general esta institución colabora de manera táctica en los diferentes planes de vacunación, lo cual forma parte del contexto de la logística humanitaria.

 

Es importante, además, analizar en qué etapa de la logística humanitaria nos encontramos. En este aspecto podríamos identificar cuatro fases, la primera es la respuesta a la emergencia, luego viene la contención del daño (actual), posteriormente vendrá la reparación y finalmente la prevención. De acuerdo a ello, para Ricardo, en este momento de vacunación la coordinación de los niveles médico, militar y civil son claves para conseguir resultados exitosos.

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