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Trabajar con recursos escasos y obtener resultados óptimos es una de las misiones administrativas más desafiantes, pero también más retributivas cuando de ello depende mejorar la salud de la población. Por eso los profesionales que están involucrados en el sector sanitario deben contar con herramientas que les permitan canalizar sus esfuerzos de la mejor manera. En este sentido, Ana Cristina Mena, Docente de la Maestría en Gerencia de Instituciones de Salud, nos habla de la importancia de la economía en un entorno dinámico.

¿Qué es la economía de la salud y por qué toma relevancia en el contexto actual?

Hay que partir de que es una rama de la economía y esta última, aborda la toma de decisiones de familias, empresas y gobiernos en un contexto de escasez. Entonces se trata de trasladar este mismo concepto al campo sanitario, es decir que la economía de la salud brinda herramientas para la toma de decisiones en un contexto de escasez; si ubicamos esta premisa en el contexto actual de pandemia, vemos que existen necesidades de salud de la población que han ido creciendo, por lo que habrá que entender que los recursos (humanos, monetarios, de infraestructura, de medicamentos, etc.) son limitados,  es decir puede pasar que no se tenga todos los médicos que una institución desearía o todo el dinero para poder financiarlos, por eso hay que aprovechar de la mejor forma con lo que se cuenta para obtener el resultado que buscamos, que es la salud de la población. De esta manera, la economía de la salud es importante porque nos ayuda y nos brinda herramientas para que estas decisiones, que debo tomar en un contexto sanitario, tengan los mejores resultados en términos de eficiencia y una mejor salud para la población.

 

¿Cómo generar eficiencia en el sector sanitario?

Lo importante es entender a qué nos referimos con eficiencias o ineficiencias. Partimos de entender que, cuando nos referimos a eficiencia, significa asignar o hacer un uso adecuado de los recursos, primero buscando tener más resultados, o los mismos resultados, pero con un mejor nivel de costos, es decir sacar el máximo provecho. Como referencia, la OMS en 2010, en su informe sobre financiamiento de la salud estimó que las ineficiencias alcanzan entre el 20% y el 40% del gasto total en salud, esto nos orienta a pensar que existe mucho espacio de mejora en torno a los niveles de eficiencia en el sector sanitario.

¿Cuáles son las causas de estas ineficiencias?

Hay muchas causas identificadas a nivel global. La misma OMS dice las principales fuentes de ineficiencia son: la falta de equipos adecuados, equipos sanitarios incompletos, el personal no motivado, ineficiencia en medicamentos por temas de subutilización, precios, uso irracional, calidad. Asimismo hay problemas en relación a la gestión de las organizaciones sanitarias, de los establecimientos que prestan servicios de salud en torno a la gestión de las admisiones e instancias hospitalarias, la duración, el uso y el manejo de equipos, calidad asistencial, entre otras fuentes.

¿Como articular esfuerzos para generar productividad en el sector salud?

Cuando incorporamos el término productividad en el ámbito sanitario hay que entender que esto parte de la acción del sector que incluye la producción de servicios de salud, en donde debo combinar muchos recursos: talento humano, infraestructura disponible, medicamentos… tengo que conjugar todos estos factores productivos para el resultado que busco. Entonces, este proceso, si bien se realiza en cada una de las unidades que prestan servicios de salud de acuerdo a sus propias condiciones, hay elementos del entorno, principalmente de tipo normativo, que inciden en el trabajo de producción de servicios de salud. Por ello, primero necesito entender todos los recursos que intervienen, segundo cuáles son los problemas que tengo como incidencias a nivel de la organización o si son problemas más bien macro, que deberán ser resueltos desde el punto de vista de esta macrogestión de normativa, entonces, en ese caso, deberé hacerlo a ese nivel de articulación involucrando a distintos actores. Sin embargo hay que comprender que siempre habrá la necesidad de involucrar a todos los actores, todos deben estar en sintonía y eso se consigue con el involucramiento y participación de todos en las discusiones vinculadas a la gestión. De ahí se podrá identificar los elementos necesarios para mejorar la productividad, cuáles son las falencias y cuáles son los elementos que van a contribuir a la mejora. 

 

¿Existe un nuevo tipo de paciente?

 

El punto de partida es entender que el consumidor de servicios de salud tiene características que lo diferencian de un consumidor de otro tipo de servicios. Una mayoría de estos lo hace porque el médico requiere, por ejemplo, que se haga un determinado tipo de examen o que tome ciertas medicinas. Entonces no necesariamente tiene la voluntad de consumir los servicios, por ello es una demanda inducida por el prescriptor, por el médico. Por otro lado, hay que entender que el usuario ha ido cambiando sus características de consumo en el transcurso del tiempo. El paciente de hoy está más informado, accede previamente a contenido sobre su condición, por lo que muchas veces acude al médico con algunos elementos adicionales -aunque no por ello precisos-. Por otro lado, en el contexto de la actual pandemia existe un reciente informe de la CEPAL-OPS, en torno a economía y salud, que evidencia que en los países de América Latina, uno de los efectos que se ha visto es el desplazamiento de la atención sanitaria, concentrada ahora en la atención de COVID-19, lo que ha ocasionado que se pospongan otro tipo de tratamientos, principalmente afectando las enfermedades no transmisibles y crónicas.

 

Prepárate para los retos de un entorno desafiante con la Maestría en Gerencia de Instituciones de Salud.