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Producir, industrializar y distribuir distinto. Esa, sin duda, es la gran lección que deja el 2020 al sector agroindustrial, según Alejando González, Docente de la Maestría en Agroindustria, mención Calidad y Seguridad Alimentaria de la UDLA.

 

Tras esos tres aspectos existe un eje conductor que son las necesidades de los consumidores quienes, hoy más que nunca, exigen una serie de garantías en los alimentos que adquieren. Para cumplir con ello hay que trabajar de forma integral en toda la cadena, desde la producción primaria hasta la vigilancia de los repartidores de alimentos (este último, un boom que ha ocurrido como consecuencia de la pandemia).

“Ya no se trata de producir lo que yo creo que los clientes deben comer, sino de producir aquello que está en mis posibilidades y evaluar la recepción de lo que coloco en el mercado. Eso va de la mano con entender mejor a nuestros clientes”, menciona Alejandro.

 

Así, el 2020 nos deja retos, pero también nos trae desafíos para cumplirlos en el futuro. Todo ello, Alejandro resume a continuación.

 

Las enseñanzas de 2020
  • La inocuidad era un tema que no necesariamente se tomaba en serio en las empresas. Sin embargo, a raíz de la pandemia este tema se volvió trascendental, como consecuencia de un cambio de hábito en los consumidores, quienes exigieron altos estándares de seguridad en los productos que ingresan a su hogar.
  • Lo anterior generó una reevaluación de los procesos en las industrias, es decir, aquello que se hacía todos los días, ahora estaba bajo la lupa de: ¿cómo lo estoy haciendo?, ¿qué tan responsable soy?, ¿qué posibilidades de contagio hay?, ¿cómo hago para que mis clientes puedan sentirse seguros de lo que están consumiendo?
  • El teletrabajo en el sector agroindustrial sí es posible. Si bien se pensaba que era imposible, con la pandemia se evidenció que ciertas actividades se pueden realizar desde casa.
  • Otra enseñanza fue la seguridad industrial y los retos que este tema trae, especialmente para la parte inicial de la cadena de producción, en la cual existía una serie de falencias. Hoy el uso de mascarilla, el lavado de manos, la protección personal son acciones que se han generalizado.
  • Asimismo, contar con mano de obra calificada ha permitido entregar productos de calidad garantizando la inocuidad para los consumidores.
 
El sector agroindustrial en 2021
  • La transformación digital. Contar con información que nos permita conocer mejor a nuestros clientes es la misión de la 4ta. Revolución Industrial en la que nos encontramos actualmente y que debe ser un tema en la mira de las empresas agroindustriales. Para ello habrá que fijarse, especialmente, en cómo abordar este tema desde el eslabón inicial de la cadena y los costos que esto implica, los cuales a la larga serán una inversión.
  • La economía circular. Cada vez más, clientes y consumidores finales exigirán una producción responsable, que cuide el ambiente y que aporte a la comunidad en varios niveles. Las certificaciones de empresas B son un ejemplo de cómo el mundo va avanzando hacia organizaciones que ven su impacto positivo como parte esencial de su gestión.

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