Un reciente estudio del Institute for Public Relations evidencia cómo la comunicación informal permite a las organizaciones construir relaciones sólidas con (y entre) sus funcionarios. Habitualmente, se concibe a los chismes como elementos nocivos, innecesarios y que deben ser eliminados. Sin embargo, en la práctica, las redes informales constituyen el medio más eficiente para transmitir información dentro de una empresa. ¿Falta de confianza?, ¿vínculos impersonales?, ¿diálogos que se limitan a lo profesional? Los chats, los rumores, las conversaciones de pasillo, más que una amenaza, representan una verdadera oportunidad para fortalecer la interacción, transmitir valores y configurar vínculos de confianza.

Las organizaciones tienden a ser muy tradicionales: la información es impuesta desde la gerencia y no existe posibilidad de retroalimentación y debate. La conversación de pasillo se restringe, los colaboradores no son escuchados y se crean brechas entre directivos y funcionarios. Es en este contexto que la investigación, What makes the grapevine so effective?”, propone un modelo de comunicación diferente, dinámico, centrado en flujos informativos informales. ¿Por qué? Los chismes propician relaciones más efectivas y humanas.

 

A continuación, te presentamos los motivos por los que Katy Robinson y Patrick Thelen, catedráticas de la Universidad de Florida, recomiendan a las áreas de talento humano gestionar y dar relevancia al chisme (grapevine).

 

¿Por qué es importante el chisme?

 

  • El chisme constituye una de las herramientas más poderosas de comunicación: tiene alto impacto y se propaga rápidamente. Solo basta pensar qué tiene más credibilidad ¿un comunicado oficial o la conversación entre compañeros?
  • Los chismes no son falsos: más el 75% de la información contenida en un diálogo de pasillo es cierta.
  • El chisme es sinónimo de interés por la organización.
  • La comunicación cara a cara fomenta el vínculo entre compañeros, crea “un sentimiento de camaradería”.

¿Por qué se produce el chisme?

  • La comunicación, en la organización, suele ser estrictamente profesional, no hay interés por la vida de los funcionarios.
  • Los colaboradores no se sienten cómodos hablando con los líderes y directivos sin una relación de confianza previa.
  • No existen espacios para el diálogo y el debate. La comunicación es unidireccional.
  • Los funcionarios se sienten más cómodos hablando entre ellos ya que sus opiniones no conllevan mayores consecuencias.

¿Por qué es importante gestionar la comunicación desde el chisme?

  • Las redes informales de comunicación son mucho más efectivas: un jefe cercano, de confianza, crea embajadores auténticos de marca.
  • Las reuniones informales discuten actividades rápidamente, emiten comentarios constructivos y generan mayor empoderamiento en las personas.
  • Las pequeñas interacciones entre líderes y funcionarios son más reales que un discurso corporativo.

Hoy, el éxito en gestión del talento humano no está en la reglamentación ni en la imposición de normas, Al contrario, reside en la creación de vínculos, en la identificación de necesidades y el diálogo directo con los individuos.

 

Esta nueva visión en gestión de personas se revisa a profundidad en la Maestría en Gestión del Talento Humano, mención Desarrollo Organizacional de la Universidad de Las Américas.

 

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