La prestación de servicios de salud, públicos y privados, es esencial (y como derecho irrenunciable) en la vida de la población, especialmente, la más vulnerable que precisa una atención de altísima calidad y oportuna al momento de tratar y prevenir enfermedades.

Ahora bien, los estados deben garantizar el servicio con la provisión de infraestructura física y tecnológica de punta; con el recurso humano, médico y paramédico altamente calificado y especializado; con atención primaria y de especialidad que permita garantizar este derecho primordial del ser humano. Sin embargo, este derecho en la realidad se asemeja más a una utopía: los grandes anuncios difieren abismalmente del manejo en salud, situación que dispara las estadísticas y prevalencias altas de ciertas afecciones. Esto, a vista y paciencia de quienes deberían hacer una gestión óptima de los recursos.

¿Qué está pasando en nuestro país? Las noticias no son sensacionalistas al respecto: hospitales, centros y subcentros de salud sin infraestructura adecuada, carencia de medicamentos, falta de materiales quirúrgicos e insumos médicos, recetas que derivan al mismo paciente, pobreza extrema en la dación servicios… ni qué decir de las instituciones de seguridad social, con problemas similares a la asistencia pública.

¿Qué hacer ante este escenario?

 

La Constitución de la República es clara en este punto: “la salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos, entre ellos, el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir”. ¿Esto se cumple? En Ecuador, nadie garantiza una atención integral de la salud, por lo tanto, los principios de equidad, universalidad, solidaridad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética, en los servicios de la salud, son letra muerta.

 

Por lo tanto, resulta necesario un cambio de aptitud y actitud de los gobernantes y quienes hacen salud en el Ecuador, con un benchmarking de 360 grados en el management. Hoy, es necesaria una mayor capacitación en gerencia de la salud para hacer una gestión eficiente de los escasos recursos físicos y monetarios en las diferentes instituciones (clínicas, hospitales, centros médicos) y cumplir así con los preceptos que señala la ley sobre la prestación de servicios oportunos y de calidad.

 

Carlos Artieda C., PhD
Director
Maestría en Gerencia de Instituciones de Salud
Escuela de Negocios, Universidad de Las Américas