Vivimos una época en la que compartir y convivir laboralmente con cinco generaciones (Tradicional, Baby Boomer, Generación X, Generación Y, y los nuevos Centennials), demanda entender y repensar la forma en que se trabaja en equipo, lideran, dirigen y desarrollan las personas.

 

Al respecto, resulta relevante analizar la generación Y, la mayor fuerza laboral mejor conocida como “Millennials”, y revisar algunas investigaciones sobre el tema:

 

A diferencia de otras generaciones, en las que cuestionar las órdenes del jefe era muy difícil, los Millennials “son más individualistas que generaciones anteriores y reivindican la autonomía de sus actuaciones” (C. Simon). Su formación es de vanguardia, hablan varios idiomas, viajan constantemente y conocen diferentes culturas. En los procesos de reclutamiento, son exigentes, quieren recuperar lo invertido.

 

Odian las jornadas interminables, pretenden controlar su tiempo y cumplir con las actividades que han realizado desde niños. Rechazan trabajos que exigen sacrificio y compromiso, disfrutan con el cambio, cambio, cambio

 

“Buscan un jefe que les ayude a descubrir sus intereses, habilidades y debilidades. Un superior que les muestre el camino”, menciona Claudia Raunich, ex vicepresidente de Recursos Humanos de American Express.

 

Los Y vienen pisando fuerte, tal vez demasiado, se sienten muy seguros de su bagaje, por lo que les resulta ingrato pasar por los procesos de aprendizaje que exige cualquier organización. Elena Dinesen, ex directora de Recursos Humanos de Microsoft para América Latina, va más allá: “han estado tan protegidos que tienen una enorme dificultad para encajar las críticas. Les falta músculo para resistir el fracaso y aceptar que las expectativas no siempre se cumplen”.

¿Qué hacer al respecto? ¿Cómo dirigir a la Generación Y en las organizaciones?

 

El poder aprender a desaprender, para volver a aprender, tiene que ser una acción o reacción inmediata de quienes dirigimos personas en las organizaciones, para poder liderar y desarrollar a esta generación.

 

Entender a las personas es un proceso dinámico que parte de crear conciencia sobre uno mismo, para comprender las exigencias de los demás: desarrollo profesional, ser parte del equipo ganador, tener un equilibrio entre la vida laboral y personal, obtener una retribución justa, entre otros elementos.

Liderar en tiempos de Millennials, demanda que la fuerza laboral más importante a nivel mundial, tenga la capacidad de hablar, permanecer y contribuir con la organización.

 

Hoy, los directivos de éxito lideran en función de la nueva convivencia multigeneracional. Para ello, la cultura debe acercarse a la propuesta de valor esperada; la retribución no monetaria, perfeccionarse; la comunicación impulsar la cercanía, y especialmente se tienen que crear organizaciones basadas en personas.

 

Elementos como confianza, credibilidad, ética, compromiso, seguirán siendo centrales en el papel de líder, si bien se precisan aspectos como “empowerment”, cultura, cambio y la reinvención continua del rol.

 

Para demostrar la vigencia de sabiduría tradicional china, cito una frase de Lao-Tzu: “el mejor líder es aquel cuya existencia no nota la gente”. 

La realidad es que, cuando el trabajo del (buen) líder está acabado, la gente dice: “lo hicimos nosotros mismos”.

 

Daniel Montalvo Figueroa Ph.D.(c)

Director de la Maestría en Gestión del Talento Humano, mención Desarrollo Organizacional.

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