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El acceso a internet, así como el uso masivo de dispositivos móviles, ha replantado la forma en que hacen negocios las empresas. Y el marketing digital como herramienta de posicionamiento, difusión, captación, venta y atención al cliente está cobrando mayor relevancia. Incluso en Ecuador se triplicó la inversión publicitaria en plataformas virtuales, durante los últimos años. De ahí que surja la importancia de repensar los mecanismos, metodologías y estrategias que emplean las organizaciones para generar vínculos con sus clientes.

Un estudio de Forbes México evidencia cómo los entornos digitales se han consolidado como una fuerza de venta económica, medible y de gran alcance. Google, Facebook, Snapchat, YouTube o Twitter, por un costo mínimo comparado al valor de pauta de un medio tradicional, admiten a las empresas interactuar con sus stakeholders, al tiempo que fortalecen reputación, imagen y posicionamiento de marca. Pero marketing digital no es únicamente social media: su función se hace extensiva a todos los recursos virtuales que facilitan el proceso de compra.

Aplicaciones de realidad virtual y aumentada, páginas web, blogs, videos, influencers, mailing, tiendas de comercio electrónico (e-commerce) y demás, son herramientas que eliminan las molestias habituales de los clientes, mejoran la atención y generan una experiencia de compra diferenciada y personalizada. En otros términos, el marketing digital está modificando la lógica con que operan las empresas.

Por ejemplo, algunas tiendas de muebles, mediante realidad aumentada, permiten conocer con certeza el espacio que un mueble ocuparía dentro de una casa. Situación que, por un lado, reduce el tiempo de compra de las personas; y por el otro, elimina la necesidad de una tienda física, así lo indica una publicación de Harvard Business Review. Cabe mencionar que esta descripción no es una proyección futurista, sino el relato de un acontecimiento que ya sucede en varias regiones del mundo.

Marketing y estrategia digital

Así como la música pasó de ser reproducida en acetatos a estar disponible en un sinnúmero de dispositivos digitales, el marketing también ha ido mutando sus canales para la reproducción de contenidos. En esa línea, el mercadeo digital cumple con el mismo objetivo que otrora tenían las vallas o afiches publicitarios: mejorar la reputación de marca y aumentar las ventas. Sin embargo, la multiplicidad de particularidades y beneficios que supone el ámbito virtual, requiere otro tipo de estrategias.

Estrategias centradas en monetización y ventas. Muchas veces, las organizaciones cometen el error de confundir engagement con motivación de compra y posicionamiento. Y aunque los “me gusta” en redes sociales sí ayudan en momentos de interacción, la importancia está en la calidad de los contenidos que, articulados a los distintos canales, pueden ser compartidos y viralizados.

Para Giovanni Bastidas, director de Maestría en Mercadotecnia con mención en Estrategia Digital de la UDLA, es imprescindible que los profesionales que se desempeñen en áreas afines, adquieran formación superior estructurada que les permita diseñar las estrategias para asegurar un camino exitoso en la transformación digital de las empresas.

En un entorno en el que cada vez es más necesario cómo administrar y gestionar las herramientas y aplicaciones virtuales, la Universidad de Las Américas, invita a tomar las riendas de la tecnología a través de su Maestría en Mercadotecnia con mención en Estrategia Digital, programa otorga las competencias para liderar negocios virtuales mientras brinda profundos conocimientos en comercio electrónico, redes sociales, Google Display Network y otras herramientas de vanguardia.

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