“Liderazgo implica tener seguidores, pero seguidores convencidos ´de corazón´ de que estar ahí es la mejor opción. Están dispuestos a comprometerse porque vale la pena el resultado”.
Que tan bueno sería lograr eso con solo tronar los dedos especialmente cuando somos directores de un equipo que se debe consolidar en pocos minutos, sin ninguna interrelación previa y que tiene el fin de concretar los objetivos de un proyecto en específico.
La cita del primer párrafo corresponde al artículo: “El liderazgo en proyectos y la inteligencia emocional”, de Maru González.
Y es que precisamente, el liderazgo para los directores de proyectos es un tema tan clave como cualquier habilidad técnica que hayan adquirido luego de sus estudios y experiencia.
Las habilidades interpersonales son tan importantes como la capacidad para planificar, fijar objetivos y concretar resultados. De hecho lo segundo viene a ser solo una consecuencia de lo primero. Aprender a hablar y controlar las emociones de uno mismo y aprender a escuchar las del resto es tanto o más importante.
La situación es esta: hay un proyecto y te han asignado como director. Te han asignado también un grupo de personas a las que nunca has visto en tu vida y como en todo equipo hay un cúmulo de las más variadas personalidades.
El tiempo se agota así que no tienes el tiempo de conocer a cada uno de ellos y organizar las dinámicas adecuadas para que todo fluya. ¿Qué hacer?
La respuesta está en ti mismo en la forma como te hayas formado para ese liderazgo efectivo.
- La empatía por ejemplo es una norma que no falla. Para dirigir adecuadamente un equipo es importante descubrir, escuchar y valorar aquello que es importante para las otras personas.
- Confiar en el trabajo de los demás tiene también relación con el aspecto anterior. Valorar el conocimiento de los demás, entender las fortalezas que cada quien tiene, es básico para lograr que la gente se sienta en el ambiente adecuado para aportar con su conocimiento.
- La negociación es otra de las habilidades básicas que debe tener un director de proyectos. Saber cómo generar un ganar- ganar provocando empatías y compromisos es algo que definitivamente hay que formar en este tipo de profesionales.
