¿Cómo te sientes cuando eres el nuevo en la oficina? Ahora imagina que eres el jefe y es tu primer día ocupando alguna nueva plaza directiva.
En ese contexto hay varias situaciones que analizar:
- Como jefe siempre tendrás un antecesor que haya implantado su propia forma de ser. Y asimismo, un nuevo jefe traerá sus propios valores, su personalidad y su manera única de liderazgo. Eso generará una cultura corporativa distinta a la que está implantada por más fuerte que haya sido el directivo anterior.
- Probablemente la forma en la que se realizan varias acciones y procesos cambiarán. Y esto será un reto tanto para el nuevo jefe que debe convencer sobre sus decisiones y para su equipo que debe adaptarse al cambio.
- Hay una nueva visión, una muy fresca pero también que parte del desconocimiento del entorno.
Ante esas situaciones lo mejor es procurar llevar el cambio con base en tres pilares:
- Empatía para conciliar, para entender al equipo, para acoplarse a la cultura corporativa e inducir al cambio con amabilidad y consideración de todo el trabajo que previamente tu equipo ha realizado.
- Negociación. Seguro tendrás nuevos planes e ideas, los mismos que deberán ser ejecutados por tu equipo. Imponer, sí… puede ser una opción pero no te suena mejor la negociar.
- Tener una visión de a dónde ir y cómo llegar allí es básico para avanzar en tu proceso de aterrizaje en un nuevo cargo y para hacerlo lo mejor es conciliar criterios con ciertas personas líderes en tu empresa de cualquier nivel en el organigrama. Selecciona a personas claves que puedan ser tus aliados y con quienes puedas compartir tus planes para que ellos a su vez “rieguen” la voz con las demás personas de tu equipo.
Todo nuevo jefe se enfrenta a un nuevo mundo, distinto y con un equipo que tiene su propia cultura y qué ya estaba encaminado hacia dónde ir. La respuesta, entonces es encontrar la manera cómo hacer que ese cambio sea lo más sutil y coordinado posible de lado y lado.
Los expertos recomiendan además que se genere un clima de confianza, cumpliendo con las promesas y demostrando solidez en los criterios de decisión de parte del nuevo jefe.