neuromarketing concept. Close-up top view of a man working on laptop. all screen graphics are made up.

Este es nuestro TOP 3 de TED talks sobre marketing.

La clave para entenderlas: el consumidor siempre será el centro de todo.

¿Qué me enseñó la física sobre el marketing?
Dan Cobley

¿Cuál es el punto en común entre la física y el marketing? La respuesta está en algunas de las leyes que rigen la primera y que con seguridad se aplican a la segunda. Por este recorrido nos lleva Dan Cobley.

El primer ejemplo es la Ley de Newton que cuando la aplicamos a la mercadotecnia podemos decir que mientras más masiva es una marca más fuerza necesita para reposicionarse.

Avanza en su charla con la Ley de Heisenberg, el principio de la incertidumbre. Traslada esta explicación al marketing para decir que el acto de observar a los consumidores puede cambiar su comportamiento, quienes podrían no actuar con naturalidad. Esto es lo que, con seguridad, sucede en los focus group, por ejemplo. Entonces, ¿cómo podemos saber si están diciendo la verdad?

Otra de las relaciones, continúa su charla, es uno de los principios del método científico: “No puedes probar una hipótesis solo refutarla”. La traducción en mercadotecnia es que una empresa puede invertir mucho tiempo y dinero en la imagen de una marca pero un solo comentario negativo puede echar todo abajo.

Concluye con un último ejemplo, el de la Ley de la termodinámica, la cual determina que la entropía es la medida del desorden de un sistema. ¿Cómo entenderlo? Cobley detalla con facilidad: nuestra marca está ahora más dispersa que nunca por la cantidad de información que tiene el consumidor para informarse. Y la solución es no luchar contra ello sino saber trabajar con ello.

¿Qué quieren los consumidores?
Joseph Pine

La economía ha cambiado, avanza constantemente para adaptarse a nuevos tiempos, para crear esos nuevos tiempos. ¿Dónde debe estar tu empresa en medio de estas revoluciones? Es lo que responde Joseph Pine en su conferencia para TED.

La época de vender productos en masa quedó en el pasado porque fue mejor convertirlos en servicios para que la demanda sea más personalizada. Esto dio origen a la época en la que nos encontramos, la de los servicios.

Sin embargo, Joseph Pine reflexiona y propone que es tiempo de trascender y avanzar hacia una economía de experiencias. Es momento de pensar en ofrecer momentos únicos e inolvidables no importa si es en Disney o en un bosque en medio de la nada.

¿Cómo hacer esto? Pine responde: autenticidad. Esta es la nueva sensibilidad del consumidor.

Claro, este también es el reto porque no se trata de vender una idea falsa de ti mismo sino de entender y aceptar quien eres como negocio.

Así, la autenticidad es la única vía para avanzar hacia la economía de la experiencia, tal como lo hace Starbucks que no vende café sino la entrada exclusiva a un mundo privado para pocos.

La conclusión para Pine es simple, solo sigue estas 3 reglas:

  • No digas que eres auténtico si no lo eres
  • No menciones que eres auténtico porque no te verás auténtico diciéndolo
  • Pero, si vas a decirlo entonces es mejor que lo seas

¡Cuidado con la neurotonterías!
Molly Crockett

Ella es neurocientífica y se dedica a investigar las reacciones químicas del cerebro. Su descubrimiento fue mal entendido por la prensa lo que hizo que recibiera muchas llamadas de empresas que querían que ella avalara sus productos. Claro, no lo aceptó.

Entonces viene su reflexión. Ironiza sobre los productos de supermercado que se venden como si una cura mágica para potenciar tu actividad cerebral. ¿Cómo los puedes descubrir? Seguro tienen un cerebro en el envase. Eso vende, ríe.

Pero ante estas ofertas lo que debe pensar el consumidor es que hay muchas neurotonterías en el mercado, que dicen ampararse en la ciencia y que los medios ayudan a maximizar.

Pero en realidad, y en esto es importante detenerse si eres una empresa: “No hay un botón en el cerebro que active el deseo de comprar”. Tampoco hay manera de revelar las emociones de las personas a través de pruebas científicas.

Así que prevenidos están: si alguien trata de vender algo que tenga un cerebro no confíen en sus palabras y pidan la evidencia porque el cerebro no es algo simple. Y ya sabes qué hacer si eres una empresa.