“Qué pasaría si te dieras cuenta que el miedo al fracaso es algo heredado; que el emprendimiento va más allá de la crisis y el trabajo bajo relación de dependencia limita tu capacidad creativa […] la realidad, muchas veces, no es como la pintan la sociedad y los mercados”. Con este preámbulo, Renzo Aguirre docente de la Universidad de Las Américas, inició su presentación sobre las guías que una persona debe considerar al momento de desarrollar su propia empresa. Y no son las grandes estrategias corporativas, tampoco las recetas prestablecidas: la clave del éxito está en cómo se articula un sueño con el talento y un modelo de gestión.

 

“Las grandes ideas de negocio están atadas a un talento”, fundamentalmente, porque es más fácil explotar una habilidad propia. Otra razón: es mucho más fácil encontrar socios de confianza que sepan de finanzas, a alguien que sepan materializar el sueño. En esa línea, el meollo del asunto está en la decisión, en la facultad de creer en uno mismo. La mayoría de emprendedores fracasan porque sus propuestas terminan cuando consiguen trabajo; es decir, no lideran sus proyectos con verdadera convicción, con un sentido de libertad e independencia.

 

Además, si toma en cuenta los limitantes sociales “los emprendimientos siempre fracasan”, “no lo vas a lograr” “vas a perder el poco dinero que tienes” y una dinámica cultural alejada del riesgo, es por demás evidente las restricciones que sufre el emprendimiento y la innovación. Este fenómeno, a criterio de Renzo, ha impuesto una visión errada sobre lo que implica alcanzar metas y objetivos económicos. Y no se trata de aumentar exponencialmente los ingresos de un día para el otro; al contrario, alguien que gana 1.000 dólares puede hacer millones: el secreto está en cómo se administra la riqueza.

 

Precisamente, este artículo busca delinear pautas para escalar ideas negocios de manera estructurada. Al respecto, presentamos la ecuación de la riqueza que Renzo ha creado con el objetivo de que los estudiantes piensen y actúen de una manera distinta.

 

La ecuación comprende los siguientes elementos:

  • Ingresos (pasado): los emprendedores deben pagarse a ellos primero y gastar lo menos posible.
  • Flujo de caja (presente): el dinero obtenido permite aprovechar nuevas oportunidades de negocio.
  • Inversiones (futuro): generar rentabilidad en el largo plazo.

 

Estos factores, al complementarse con un sistema de gestión fundamentado en acciones de planificación, mercadeo y finanzas, permiten el crecimiento de los emprendimientos. ¿Por qué? La proyección otorga una visión de mediano y largo plazo; los números permiten tomar decisiones estratégicas y el marketing facilita las ventas.

 

Florecer negocios no es fácil: es cuestión de saber cómo hacerlo, poseer talento y, sobre todo, mantener la predisposición para sacar adelante el sueño.

 

Ir más allá de lo establecido, romper esquemas, probar cosas nuevas, conquistar mercados, son actividades que no se logran en un trabajo fijo. La única forma de cumplirlas es través del emprendimiento. Por esta razón, la carrera Administración de Empresas en modalidad nocturna y semipresencial, está diseñada para que sus estudiantes exploren realidades distintas y se decidan montar sus propias startups.

 

Sobre Renzo Aguirre:

Speaker y conferencista internacional, asesor estratégico, CEO y cofundador de las empresas AMDB Ecuador, Renzo es catedrático universidad por más de 15 en la UDLA y otras instituciones de educación superior en el país.