Consideremos un proceso p2p (de la compra al pago) y cómo este se efectúa tradicionalmente en las empresas. En primera instancia, se ingresa la orden de compra al sistema; la factura pasa a contabilidad para el cálculo de impuestos. Posterior a ello, tesorería aprueba la orden de pago y completa la transferencia. Esta operación, si no presentó ningún inconveniente, puede tomar días, incluso semanas. Sin embargo, con el avance de la tecnología, este flujo podría resolverse en cuestión de minutos, sin margen de error. ¿Cómo? A través del RPA (robotic process automation), programa de software inteligente que permite impulsar la competitividad en las organizaciones.
En ese aspecto, conversamos con Andrés Cordero, docente de la Maestría en Finanzas, mención Mercado de Valores y Banca de la UDLA sobre las aplicaciones, ventajas y desafíos que conlleva implementar RPA en departamentos financieros. A continuación, compartimos sus 5 reflexiones:
- Adaptabilidad: el RPA es un sistema no invasivo que replica aquellas acciones y procesos manuales que adelanta una empresa. Sin embargo, su aplicación no se limita únicamente a ello, la imitación y el aprendizaje continuo contribuyen también a optimizar flujos y detectar errores. Un punto a destacar: para que el robot genere resultados, los directrices financieras deben estar claramente definidas.
- Nuevo paradigma: el trabajo de un analista casi siempre se destina a fines operativos. En ese sentido, el RPA, al realizar las funciones reiterativas como el pago de servicios, empuja a los funcionarios al cumplimiento de actividades estratégicas y de más valor: estudiar resultados, tomar decisiones, encontrar fuentes de financiamientos, desarrollar alianzas estratégicas y mejorar resultados de negocio.
- Cultura de cambio: las organizaciones tienen que salir de los esquemas tradicionales e innovar constanmente. Los trabajadores no siempre van a estar atados a registros y tablas de Excel. Hoy en día, la disrupción es el único mecanismo que asegura su sostenibilidad en el largo plazo.
- Precisión y predicción: el robot, al no cometer errores comunes de digitación, transparenta la información financiera (se pueden hacer conciliaciones en horas). Además, si se lo combina con procesos de inteligencia artificial, el RPA puede desarrollar habilidades cognitivas, pronosticar escenarios y sugerir posibles gestiones.
- Complementariedad: si bien varias críticas apuntan a que este sistema va a reemplazar al humano, la tecnología apunta a potenciar la capacidad del funcionario; desarrollar nuevas competencias y agregar valor. Al cumplir con actividades repetitivas, suscita nuevos marcos de pensamiento y acción.
Los procesos automatizados son parte de la evolución; actividades que antes se hacían manualmente ya no son parte del quehacer diario. Y, al liberar dicha carga, los individuos se han concentrado en acciones que aportan más al crecimiento de las organizaciones. El mundo cambia, las empresas y los departamentos de finanzas también. En ese aspecto, el RPA se configura como una alternativa de crecimiento, avance e innovación.
Esta visión tecnológica y de renovación, se revisa en Maestría en Finanzas, mención Mercado de Valores y Banca de la UDLA.
