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El home office se volvió esencial con la pandemia y así mismo un conflicto para algunas personas. Eso es un hecho, sin embargo, en un escenario ideal esta modalidad puede convertirse en un beneficio, tanto para la empresa como para los colaboradores. Si bien no es una práctica nueva en el mundo, en Ecuador hace falta recorrer un largo camino para hacerla parte del día a día.

 

Es así que, ya sea con o sin pandemia, el teletrabajo trae desafíos ante los cuales la experta Sahira Herrera, Docente de la Maestría en Gestión del Talento Humano, mención Desarrollo Organizacional, nos brinda soluciones.

Reto 1. Balance entre la vida personal y profesional.

Sí es verdad, trabajar desde casa implica tener más tiempo para resolver tareas del hogar, evitar desplazamientos en vehículos que pueden ser momentos valiosos con la familia, pero también supone una gran desventaja especialmente si, como en la actualidad, los niños están en casa y requieren de nuestra atención.

Solución

“Tengamos ternura mutua y tratemos de adaptarnos con flexibilidad”, recomienda Sahira. Hay que recordar que el teletrabajo nos permite tener horarios flexibles por lo que una persona puede encontrar el tiempo que más se acomode a sus rutinas. Quizás, para una persona que deba velar por niños pequeños, trabajar de 5 a 7 am, cuando su familia todavía descansa o en la noche, podría ser ideal, es decir tener un horario definido para trabajar y otro para el hogar. La meta es conciliar a través de normas que se establezcan en casa y también en el trabajo, por ejemplo, negociar un horario en el que las personas puedan asistir a reuniones.

Reto 2. Aislamiento social.

En la oficina, la dinámica incluye la socialización, reuniones, almorzar con los compañeros, el café de la tarde… esa interacción es positiva para los equipos, sin embargo, en teletrabajo se pierde del mapa esa cotidianidad.

Solución

Algunas herramientas prácticas son: el mentoring, el aprendizaje grupal, las revisiones informales y el ejercicio de sombra para integrantes nuevos del equipo (asignar a un acompañante durante unos 15 días, por ejemplo).

Reto 3. Reducción del contacto cara a cara.

En este aspecto se presentan dos problemáticas, la confianza cognitiva que es aquello que me permite confirmar que se entendió lo que dije o cierta instrucción que brindé, de acuerdo a la interacción física, al lenguaje no verbal; el segundo tema es la confianza emocional, que representa esa conexión de saber que el equipo está realizando su trabajo con base en un compromiso adquirido sin necesidad de llevar a cabo una vigilancia exhaustiva o de ver a alguien en su puesto de trabajo.

Solución

Las reuniones con cámara prendida pueden ser muy útiles para ello, sin embargo, será necesario advertir previamente que así será. Tener espacios informales de convivencia también ayudará, así como diseñar métricas de desempeño acorde a los escenarios en línea.

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