Velocidad, flexibilidad, transformación son tres palabras que se han convertido en esenciales para una dirección de operaciones eficiente. Y si bien se dicen fácil, pueden ser un reto altamente complejo al momento de su aplicación. Por eso, Christian Chimbo, Docente de la Maestría en Administración y Gerencia Organizacional, nos brinda ciertas pautas para usar estos tres conceptos a nuestro favor.
Plan de retorno
Las empresas deben analizar, de forma inmediata, cómo será su regreso ya sea a la presencialidad o la semipresencialidad. En este sentido, una de las enseñanzas de la pandemia será la de hacer planes a corto plazo; los cambios hoy suceden de un momento a otro, por eso pensar a largo plazo podría ser contraproducente en un mundo dinámico como el actual.
Eliminar desperdicios y ahorrar costos
Es un momento de cambio y por tanto, revisar la forma en la que se están haciendo los procesos y actividades será vital para promover la eficiencia. La movilización es un aspecto clave, habrá que evaluar si los traslados (hacia la oficina, de una ciudad o país a otro, etc.) son realmente necesarios o si se los debería eliminar para así generar un ahorro. Este mismo ejercicio se deberá replicar en cada área para determinar y eliminar desperdicios, con el fin de optimizar los procesos.
¡No volver atrás!
Otra de las lecciones de la pandemia ha sido la adaptación. Por ejemplo, las empresas cambiaron la forma de relación con sus clientes en cuanto a la entrega de productos o servicios, ya que desde hace unos meses, se acoplaron al delivery. Esa es una nueva práctica que si la empresa ya implementó deberá mantener y no volver al pasado. “Las lecciones aprendidas deben verse como mejoras. Existen nuevas formas de hacer las cosas, regresar a lo anterior sería nefasto”, destaca Christian.
El tiempo
La adaptabilidad es una consecuencia positiva de la pandemia. Las empresas que supieron cambiar a tiempo para acoplarse a una nueva realidad son las que sobreviven. Esta tendencia continuará a lo largo del tiempo. Por eso, la velocidad será un concepto que marque la diferencia, ya sea en desarrollo de nuevos productos o servicios, en entrega de los mismos, en la respuesta al cliente, etc. En todo ello, las operaciones son esenciales y la flexibilidad, un concepto que deberá ser transversal a cualquier decisión.
Uso de la tecnología
La tecnología ha sido una aliada en esta pandemia, sin embargo, una decisión de negocio inteligente debe trascender a la temporalidad. Esto quiere decir que, si se busca adquirir tecnología para resolver una necesidad específica del momento actual, se deberá ampliar la visión para saber cómo nos podrá servir también el futuro.
Convencer al CEO
Las operaciones deben ser más eficientes, sin embargo, pasa que no siempre se puede convencer de nuestras decisiones harán un cambio significativo en la empresa. Por eso, existen dos herramientas claves para los directores de operaciones. La primera son los indicadores, ya sean de calidad o de productividad. La segunda herramienta es el software de simulación de negocios, allí se puede evaluar cualquier decisión y visualizar cuál será su resultado.
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