Los infecciones causadas por microorganismos son tratados con medicamentos antimicrobianos, siendo los antibióticos los más utilizados de este grupo debido a su capacidad para combatir infecciones bacterianas. De forma natural, los microorganismos pueden adquirir mecanismos de defensa frente a estos medicamentos, volviéndolos ineficaces a la hora de combatir infecciones; por lo que la aparición de microorganismos resistentes a los antimicrobianos son una preocupación constante para la salud pública. Hemos utilizado antibióticos descontroladamente para tratar infecciones, a pesar de que la etiología viral es más común que la bacteriana (CDC, 2023), lo que agrava aún más la situación.

 

Existen múltiples antimicrobianos con diferentes mecanismos de acción, a su vez, los microorganismos han desarrollado varios mecanismos parar resistir a la acción de estos fármacos, destacando la resistencia a antibióticos β-lactámicos, aminoglucósidos, vancomicina, macrólidos, quinolonas, colistina, entre otras (Davies y Davies, 2010; Cantón et al., 2012; Aghapour et al., 2019). Posiblemente el mecanismo de resistencia más importante es la producción de enzimas hidrolíticas que degradan a los antibióticos β-lactámicos, llamadas β-lactamasas, debido a su amplia distribución y capacidad de inutilizar varias familias de antibióticos. Los β-lactámicos son los antibióticos más utilizados en la práctica clínica para tratar infecciones (Bush y Jacoby, 2010), es comprensible que exista un mayor interés en este tipo de resistencia antimicrobiana (Cantón et al., 2012).

 

Todos los médicos tratamos diferentes infecciones durante nuestra práctica clínica, tanto en el ámbito hospitalario como ambulatorio, por lo que los antimicrobianos son nuestro principal arsenal para combatirlas. El problema surge del desconocimiento o de la falta de conciencia sobre el impacto del mal uso o abuso de antibióticos a la hora de prescribirlos (Martínez et al., 2009; Hernando-Amado et al., 2020). La resistencia antimicrobiana actualmente se ha convertido en un problema mundial de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la resistencia a los antimicrobianos es un gran problema que amenaza la salud en todo el mundo y que no es un problema futuro sino una realidad actual que afecta a todos los niveles de atención en salud (OMS, 2020). Lamentablemente nos estamos dirigiendo a una era “post-antibiótica” en la que ninguna infección será tratable debido a bacterias multirresistentes, e incluso panresistentes, por el uso indebido de antibióticos (Reardon, 2014).

 

El desarrollo de resistencia a los antimicrobianos se ve influenciado por varios factores relacionados entre sí, detallados a continuación.

Factores médicos:

·        Prescripciones por complacencia, es decir, ceder ante la presión que puede ejercer la solicitud de un paciente para recibir antibiótico, cuando no son necesarios en su caso.

·        Utilizar antimicrobianos de última generación para infecciones que no lo ameritan.

Factores relacionados con el paciente:

·        Automedicación o recomendación de usar antimicrobianos por personal no médico.

·        Incumplimiento del tratamiento, tanto en el tiempo como en la dosis prescrita.

Otros factores:

·        Transferencia entre microorganismos de genes de resistencia a los antimicrobianos.

·        Mutaciones en microorganismos que producen nuevos mecanismos de resistencia.

·        Uso indiscriminado de antibióticos en otras disciplinas, como los utilizados en animales de granja.

 

Impacto global de la resistencia antimicrobiana.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos también informaron sobre la amenaza global que significa la resistencia antimicrobiana, donde indican que anualmente más de 2,8 millones de infecciones se deben a bacterias resistentes a los antibióticos, 35.000 personas mueren como consecuencia de infecciones con estos microorganismos (CDC, 2019). A pesar de grandes medidas de prevención adoptadas por EE. UU., tan solo lograron reducir el 18% de todas las muertes causadas por infecciones resistentes a antibióticos y las infecciones hospitalarias en un 30%; dejando una gran cantidad de la población en riesgo (CDC, 2019). La Unión Europea reporta datos similares de mortalidad anual (cerca de 30.000 personas), debidas a infecciones por bacterias resistentes (Cassini, 2019; Dadgostar, 2019). La OMS estima que, a nivel mundial, 700.000 personas mueren cada año debido a infecciones resistentes a los antibióticos (OMS, 2019), además, los informes mundiales predicen un peor escenario para el 2050, donde 10 millones de personas morirán en todo el mundo debido a infecciones resistentes a los antibióticos (Dadgostar, 2019). Además, las bacterias resistentes duplicarán las posibilidades de desarrollar un problema de salud grave en personas con comorbilidades y triplicarán las posibilidades de muerte (CDC, 2019).

Según el Banco Mundial, las proyecciones que realizaron indican que 24 millones de personas serán afectadas económicamente por el impacto que tendrá la resistencia a los antibióticos en el 2050, e incluso podrían caer en la pobreza extrema. También estimaron que la resistencia a los antimicrobianos podría tener más impacto, en la economía mundial, que el cambio climático (Hernando-Amado et al., 2020). Este escenario nos muestra que la resistencia a los antibióticos no es solo un problema de salud pública, sino que también tendrá un fuerte impacto económico a nivel mundial (Rudholm, 2002; Jonas et al., 2017).

 

Actualmente la información sobre la resistencia a los antimicrobianos está aumentando y en constante cambio, gracias a la contribución de varios autores en todo el mundo (Cantón et al., 2012). Con la aplicación del enfoque One Health, se ha podido tener una mejor visión y entendimiento de este tema; arrojando luz sobre la rápida propagación de genes de resistencia a los antibióticos debido al uso y abuso de antimicrobianos en humanos y animales domésticos (McEwen y Collignon, 2018; Hernando-Amado et al., 2020; Valenzuela et al., 2023). La amplia distribución mundial de genes de resistencia a los antibióticos en los microrganismos está influenciada por la presión selectiva que ejerce su uso incontrolado, que lleva a la selección de bacterias resistentes, también se debe a la mala gestión de los sistemas de aguas residuales, al contacto cercano con animales domésticos y de corral, y a las bacterias resistentes presentes en la cadena alimentaria (Alonso et al., 2017).

 

Todo personal de salud, que maneje antibióticos, debe tomar conciencia de la importancia que tiene prescribir correctamente un antibiótico y evitar abusar de estos cuando no amerite para tratar una infección. Es importante que este cambio no solo se dé en médicos sino también en profesionales de otras disciplinas; incluso es necesario agregar estos temas durante la formación profesional en las facultades de medicina. El momento de actuar es hoy, no dentro de unos años.

 

Dr. Xavier Valenzuela.

Médico Microbiólogo.

 

REFERENCIAS:

Aghapour, Z., Gholizadeh, P., Ganbarov, K., Bialvaei, A., Mahmood, S., Tanomand, A., Yousefi, M., Asgharzadeh, M., Yousefi, B., Kafil, H. (2019). Molecular mechanisms related to colistin resistance in Enterobacteriaceae. Infection and drug resistance, 12, 965–975.

Alonso, C., Zarazaga, M., Ben Sallem, R., Jouini, A., Ben Slama, K., Torres, C. (2017). Antibiotic resistance in Escherichia coli in husbandry animals: the African perspective. Applied Microbiology, 318-334.

Bush, K. Jacoby, G. Medeiros, A. (1995). A functional classification scheme for beta-lactamases and its correlation with molecular structure. Antimicrob. Agents Chemother, 39, 1211-1233.

Cantón, R., González-Alba, J., Galán, J. (2012). CTX-M Enzymes: Origin and Diffusion. Frontiers in microbiology, 3, 110.

Cassini, A., Högberg, L., Plachouras, D., Quattrocchi, A., Hoxha, A., Simonsen, G., Colomb-Cotinat, M., Kretzschmar, M., Devleesschauwer, B., Cecchini, M., Ouakrim, D., Oliveira, T., Struelens, M., Suetens, C., Monnet, D., Burden of AMR Collaborative Group (2019). Attributable deaths and disability-adjusted life-years caused by infections with antibiotic-resistant bacteria in the EU and the European Economic Area in 2015: a population-level modelling analysis. The Lancet. Infectious diseases, 19(1), 56–66.

Centers for Disease Control and Prevention. (2019). Antibiotic Resistance Threats in the United States, Atlanta, GA: U.S. Department of Health and Human Services, CDC. http://dx.doi.org/10.15620/cdc:82532.

Centros de Control y Prevención de Enfermedades CDC (2023). Prescripción y uso de antibióticos. https://www.cdc.gov/antibiotic-use/index.html

Dadgostar, P. (2019). Antimicrobial Resistance: Implications and Costs. Infection and drug resistance, 12, 3903–3910.

Davies, J., Davies, D. (2010). Origins and evolution of antibiotic resistance. Microbiol. Mol. Biol. Rev, 74, 417–433.

Hernando-Amado, S., Coque, T., Baquero, F., Martínez, J. (2020). Antibiotic Resistance: Moving From Individual Health Norms to Social Norms in One Health and Global Health. Frontiers in microbiology, 11, 1914.

Jonas, O., World Bank Group Team (2017). Drug-Resistant Infections: A Threat to Our Economic Future. Washington, DC: The World Bank Group.

Martinez, J., Fajardo, A., Garmendia, L., Hernandez, A., Linares, J., Martínez-Solano, L., Sánchez, M. (2009). A global view of antibiotic resistance. FEMS Microbiol Rev, 33(1), 44-65.

McEwen, S., Collignon, P. (2018). Antimicrobial Resistance: a One Health Perspective. Microbiol Spectr, 6(2).

Reardon, S. (2014). WHO warns against ‘post-antibiotic’ era. Nature. doi.org/10.1038/nature.2014.15135

Rudholm, N. (2002). Economic implications of antibiotic resistance in a global economy. J. Health Econ, 21, 1071–1083.

Valenzuela, X., Hedman, H., Villagomez, A., Cardenas, P., Eisenberg, J. N., Levy, K., Zhang, L., & Trueba, G. (2023). Distribution of blaCTX-M-gene variants in E. Coli from different origins in Ecuador. Medicine in Microecology, 18, 100092. https://doi.org/10.1016/j.medmic.2023.100092

 

World Health Organization OMS. (29 April 2019). New report calls for urgent action to avert antimicrobial resistance crisis. https://www.who.int/news/item/29-04-2019-new-report-calls-for-urgent-action-to-avert-antimicrobial-resistance-crisis

World Health Organization OMS. (31 July 2020). Antibiotic resistance. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/antibiotic-resistance

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