Tres estrategias para ser más exitoso en tus ventas

En estas épocas de neuromarketing y consumidores hiper informados, las técnicas de venta deben estar acordes a un nuevo escenario, más competitivo, más de nicho, menos masivo y más exigente.

Aquí te dejamos algunas estrategias de ventas que se acoplan al mundo moderno y que lograrán que tu proceso sea mucho más creativo a la hora de proponer tu producto o servicio a un potencial cliente.

  1. Personaliza el proceso. Las personas ya no quieren que les vendas por vender. Desde hace años que los comerciales no son unas de los momentos “felices” de las personas cuando ven TV… y aún hay más, actualmente la gente se cuestiona mucho antes de decidirse a comprar un objeto o de adquirir un servicio. Por eso piensa en satisfacer las necesidades de cada una de las personas a las que atiendas. Parece una misión imposible pero eso hará la diferencia. Identifica sus rasgos característicos, ciertos factores de su personalidad e indaga cuál es el punto que más pesa en cada caso.
  2. Busca más canales de contacto y seguimiento. Sí, están los puntos de venta pero eso no es todo. Los consumidores buscan emocionalidad, cercanía, sensaciones… Un producto sin alma o entrar a una oficina y que no exista esa conexión, una buena vibra puede provocar que decida no comprar. Qué te parece si en lugar de poner tu producto en un estante y esperar que vengan por él haces lo contrario y creas toda una historia. Por ejemplo, si eres una tienda de ropa, podrías comenzar por enviarle un correo electrónico previo a su cumpleaños. Luego mostrarle un catálogo digital de las novedades exclusivas que tienes para él o ella. Una vez que vaya a la tienda también sería interesante que le des un trato especial como el cumpleañero del mes quien quizás piense en comprar un nuevo outfit para su fiesta. Y al pagar no se termina el proceso, haz el seguimiento correspondiente, agradécele que haya ido y regálale un cupón para su próxima compra del siguiente mes.
  3. Actitud. Parece lo típico pero en realidad es lo que marca la diferencia. Empieza por creer en lo que vendes y si no estás convencido pues no lo vendas y consigue otro empleo. Contagiar de buena vibra, inspirar, compartir toda la información necesaria son aspectos básicos que debe tener un buen vendedor. Una sonrisa y el respeto real hacia la persona son aspectos que te pueden ayudar. Y en estas épocas también funciona ser honesto. Por ejemplo, si consideras que un producto no le va a una persona puedes hacérselo saber y darle otra opción. Ese consumidor apreciará mucho tu franqueza a que sabrá que lo estás atendiendo y no simplemente que quieres generar una venta.

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