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OPINIÓN: INNOVACIÓN ESTRATÉGICA: EXPLOTAR LO PROBADO, EXPLORAR LO POSIBLE / ALDO SALINAS Por Aldo Salinas, Director del MBA de la UDLA.

TOMADO DE LA REVISTA AMÉRICA ECONOMÍA

RESUMEN:

La evidencia demuestra que los emprendimientos más innovadores a menudo comenzaron como una contradicción, desafiando las ideas y modelos de negocio prevalecientes en su industria. Un emprendedor no solo desafía el statu quo, sino que busca activamente transformarlo, mientras que los ejecutivos de negocios establecidos suelen centrarse más en optimizar sus modelos de negocio actuales para dinamizar la eficiencia y los beneficios.

Los emprendedores innovadores se embarcan en procesos de exploración, buscando constantemente nuevos productos, servicios o modelos de negocio. En contraste, los ejecutivos de empresas establecidas están más enfocados en explotar al máximo su producto o servicio actual, buscando optimizar y perfeccionar lo que ya funciona. Esta diferencia en enfoques puede verse en ejemplos como Airbnb, que desafió radicalmente el modelo de negocio de la industria hotelera tradicional, basado en la propiedad y gestión de hoteles, proponiendo una nueva forma de entender el alojamiento a través de la economía colaborativa.

Mientras los emprendedores innovadores buscan innovaciones radicales que puedan cambiar las reglas del juego -como hizo Airbnb al introducir un modelo donde cualquier persona podría convertir su espacio libre en alojamiento turístico-, las empresas establecidas tienden a centrarse en maximizar el rendimiento de sus propuestas de valor o modelos de negocio actuales. Por ejemplo, una vez establecido, Airbnb se concentró en innovaciones que mejorarán el rendimiento de su plataforma o le ayudarán a minimizar costos, con el objetivo de sostener su ventaja competitiva en una trayectoria ya establecida.

Para que las empresas establecidas mantengan su competitividad y no se vean amenazadas por emprendedores innovadores, que las desafían con productos o modelos de negocio novedosos, es crucial que no limiten la innovación a mejoras continuas de sus actuales propuestas de valor. Por ejemplo, deben evitar centrarse exclusivamente en innovaciones que mejoren el rendimiento de sus productos en ciertos atributos, como calidad, resistencia o velocidad.

En el mundo actual, caracterizado por ciclos de vida de productos extremadamente cortos y un dinamismo tecnológico sin precedentes, es fundamental que los ejecutivos gestionen eficazmente el riesgo, llevando a sus empresas hacia la exploración de nuevos productos, servicios o modelos de negocio. En términos estratégicos, esto significa asignar recursos y capacidades a la exploración de “océanos azules”, término que se refiere a las áreas de mercado aún no explotadas y que representan oportunidades de crecimiento sin competencia.

Sin embargo, la exploración no viene sin riesgos. Requiere una inversión significativa en tiempo, recursos y, a menudo, una gran tolerancia al fracaso. La cultura de la empresa, la disposición a experimentar y aprender de los errores, y la capacidad para pivotar rápidamente son esenciales para fomentar un entorno donde la exploración pueda prosperar. Las empresas que logran equilibrar la exploración de nuevos horizontes con la explotación de sus negocios actuales están mejor equipadas para adaptarse y prosperar en un entorno empresarial en constante evolución.

En conclusión, para tener éxito las empresas necesitan cultivar una dualidad en su enfoque de la innovación. Esto implica no solo mejorar lo que ya funciona sino también atreverse a explorar lo desconocido. Al hacerlo, pueden descubrir nuevas oportunidades que podrían ser la clave para su éxito a largo plazo en el competitivo mundo de los negocios. Este enfoque dual no es solo una estrategia, sino una necesidad en la era digital, donde las empresas que se aferran demasiado al pasado pueden encontrarse obsoletas, mientras que aquellas que apuestan por la innovación pueden definir el futuro de su industria.