TOMADO DEL SITIO WEB DE EL EXPRESO
RESUMEN:
Los vecinos dieron la voz de alerta. Durante el primer día de feriado por el Día del Trabajo, la maquinaria derrocó una casa patrimonial, ubicada en las calles Wilson y Leonidas Plaza, en el sector de La Mariscal.
Margarita, una moradora del sector que vive en un edificio cerca al inmueble derribado, dice que en horas de la mañana de ese día había mucho movimiento. Llegaron trabajadores y maquinaria con el fin de echar abajo la edificación y así fue. Desconocía que se trataba de una casa patrimonial.
El terreno es grande. Ocupa al menos una cuadra y llega prácticamente hasta la calle Tamayo. En el predio todavía funciona una tienda. En una de las puertas, la Agencia Metropolitana de Control (AMC) colocó una notificación que dice “suspensión de obra”.
Susana Portero, otra vecina de la zona, asegura que la vivienda estaba en proceso de ser declarada patrimonial. Menciona que allí funcionaba, hace algunos años, una pequeña escuela. Luego, se habilitó una mecánica de motos en la parte de atrás y adelante, una verdulería.
El historiador Héctor López conocía la vivienda. Señala que estaba ubicada en lo que se conocía como Ciudadela Girón. Su arquitectura correspondía a un periodo de transición entre lo neocolonial, típica de los años 40, y lo moderno, entrados en la década del 50.
“En la casa se veía esa combinación en el porche de ingreso. Tenía un techo volado en la parte de adelante y una especie de corredor en el acceso principal, que se usa en los estilos modernistas”, detalla.
Para López, su derrocamiento atenta contra el concepto de la zona, que surgió como una ciudad jardín y contra el estilo urbano del barrio. Además, afecta el sentido de pertenencia de los habitantes.
Tras la destrucción que se realizó sin los permisos, el Municipio anunció que iniciará un proceso sancionatorio contra el propietario de la casa. La multa por la demolición ilegal de una casa patrimonial pueden llegar hasta los 9.000 dólares.
En Quito, según datos del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), existen 7.000 casas, edificios, monumentos, iglesias y haciendas consideradas patrimoniales. De ellas, 5.000 están en el Centro Histórico y al menos 188, en La Mariscal. El 98 % son de propiedad privada. Por ello, es responsabilidad de los dueños darles mantenimiento.
Algunos de los problemas que señala Lenin Lara, arquitecto y doctor (PhD) en Construcciones y Tecnologías Arquitectónicas, es que muchos propietarios desconocen el real valor histórico de la vivienda, otros no pueden asumir el costo de mantenimiento que implica y algo que resalta es que no hay una política clara en cuanto a lo que debe ser considerado como patrimonial.
“Hay una política de inventariarlo todo por la antigüedad, características de construcción, materiales. Algunas, claro, tienen mucho valor, en cambio otras carecen del mismo”, sostiene el catedrático de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE),
En ese sentido, recomienda que se debe trabajar en un nuevo levantamiento de información, con parámetros y una categorización más clara. Plantea, además, que exista más rigurosidad en la selección de lo que se declara como un bien patrimonial.
Patricio Recalde, arquitecto y máster en Rehabilitación Urbana y Arquitectónica, enfatiza la importancia de definir claramente qué se quiere preservar al declarar patrimonio histórico.
El catedrático de la Universidad de Las Américas (UDLA) advierte que la falta de claridad sumada a la incapacidad de las autoridades y muchos propietarios para mantenerlos en buen estado, pone en riesgo la conservación de estos bienes.
Ambos investigadores especialistas mencionan que, si bien el mantenimiento de los inmuebles recae sobre los dueños, desde el Municipio de la ciudad es importante impulsar más beneficios y que sean accesibles.
En la actualidad, en el Instituto Metropolitano de Patrimonio existen programas de restauración que se enfocan en la recuperación de la cubierta, las fachadas, el mantenimiento menor y la rehabilitación de viviendas, además del reforzamiento y consolidación estructural. Los dueños de inmuebles deben cumplir con determinados requisitos.
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