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#UDLAInvestiga: ¿Por qué los adultos mayores en Ecuador desconfían de los nutricionistas?


Los adultos mayores en el sur de Ecuador a menudo desconfían de los consejos de los nutricionistas cuando implementan cambios en sus prácticas dietéticas. Esta desconfianza no es un desprecio manifiesto por el conocimiento nutricional del experto, sino más bien el resultado de prácticas culturales que combinan sospechas, desinformación, limitaciones financieras y cuidado familiar.

De acuerdo a esto, un estudio etnográfico realizado por investigadores de la UDLA y la Universidad de Cuenca, examinó las prácticas alimentarias de los adultos mayores del sur de Ecuador para comprender cómo se construye la desconfianza nutricional.

El objetivo de los investigadores era comprender cómo los adultos mayores incorporan, o no, conocimientos nutricionales expertos en sus prácticas alimentarias. Comprender cómo los adultos mayores generan confianza en torno a la alimentación puede ser un terreno fértil para promover un asesoramiento dietético más eficaz y adecuado entre comunidades o grupos específicos.

La investigación se desarrolló mediante la documentación etnográfica de las prácticas alimentarias diarias entre los adultos mayores en sus hogares, junto con los discursos nutricionales de expertos.  

Los hallazgos revelan que, en primer lugar, existe una comprensión local de “comer sano” conectado a las realidades vividas (por ejemplo, prácticas agrícolas, toxicidad agrícola, edad, educación, polifarmacia, lazos de parentesco, etc.).

Los resultados, publicados en la revista científica Appetite, mostraron que el enfoque de los participantes sobre la alimentación rara vez se llevó a cabo de la manera en que los nutricionistas esperaban, particularmente en lo que respecta a cuestiones de cantidades y porciones. Adicionalmente, la forma en que los interlocutores reaccionaron a los llamados de atención de los nutricionistas se tradujo en una desconfianza generalizada hacia el conocimiento experto y el rechazo de parte —o todos— sus consejos, encontrando consuelo en el conocimiento nutricional informal impartido por vecinos, amigos y familiares.

El estudio resalta la importancia de situar el conocimiento nutricional y su práctica dentro de la vida de los individuos y las comunidades. Maka Suárez, quien lideró la investigación, hace un llamado por una visión de la nutrición que vaya más allá de las porciones cuantificadas y grandes métricas a nivel nacional que “permita pensar en las posibilidades de la experiencia nutricional, a través del cuidado de los cuerpos (de los adultos mayores), en lugar de controlarlos a través de la comida”.