Tener un espacio de diálogo académico para visibilizar y conocer a profundidad las investigaciones de los docentes UDLA e intercambiar opiniones al respecto es el objetivo de los encuentros que lleva a cabo la Escuela de Formación General.

“Es una forma de que los docentes tengan un conocimiento integral sobre varios temas y que, a partir de ello, puedan enseñar a sus alumnos de manera más amplia”, explicó Jorge Izquierdo, Decano de Formación General.

Estas charlas incluyen temas variados que son expuestos por los propios investigadores y que luego son debatidos en grupos de trabajo más pequeños, en cada sesión, para cerrar con una conclusión y resolución de dudas.

Los eventos se realizan vía Teams y tienen una duración de una hora y media aproximadamente. Se planifica que ocurran 3 veces al año y que participen tanto docentes de Formación General, así como de otras facultades y escuelas.

La primera charla

El primer invitado a estos diálogos académicos fue José Vicente Montoya, PHD en Ciencias de la Vida y Pesca. Su charla fue sobre conservación de peces y hábitats amazónicos en Ecuador.

De hecho, su tema de investigación es de tan alta relevancia que recientemente se hizo acreedor a un fondo de la World Wildlife Fund (WWF) para financiar su trabajo.

José Vicente compartió durante el encuentro datos de valor en torno a la necesidad de conservar peces en el Amazonas. “No solo por la importancia para las comunidades humanas que viven alrededor, sino también por tienen un valor intrínseco dentro de los ecosistemas”, mencionó.

De acuerdo a sus investigaciones, el docente explica que estos ríos son considerados como aguas ricas, ya que promueven una gran proliferación de organismos, “es decir que son ricos en nutrientes”.

Por esta misma razón se convierten en una fuente importante de proteína para las comunidades aledañas cuyo sustento, en gran medida, depende de la pesca.

Sin embargo, se habla de que a nivel mundial un tercio de los peces de agua dulce están en peligro de extinción.

Ante ello, explica que existen las especies banderas y las especies sombrilla. Las primeras, son “carismáticas” y por ello las personas se vuelcan a defenderlas, citó, por ejemplo, el oso panda o el cóndor. Las segundas, en cambio, son aquellas que, al buscar su preservación, se promueve también la protección de todo el corredor o territorio donde vive, logrando hacer un paraguas de cuidado para otras especies.

“Entonces cuando hablamos de especies bandera sombrilla, como el caso del bagre dorado, hablamos que tienen estas dos características y que, desde el punto de vista de conservación, producen los resultados más eficaces en preservación de ecosistemas y sus diferentes organismos”, aclaró.