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Catedrática de Ingeniería Ambiental realizó ponencia por el Día Mundial del Agua

Desde 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas, decretó que cada 22 de marzo se celebre el Día Mundial del Agua, el objetivo de esta fecha es dar a conocer por medio del debate científico la importancia de contar y cuidar en calidad y en cantidad el agua, garantizando el acceso del mismo a los ciudadanos del mundo.

En este contexto la Secretaría del Agua como ente rector de este valioso recurso emprendió una serie de actividades entre ellas un evento denominado “Agua Para Todos” para buscar fortalecer la conservación del agua en el Ecuador y fomentar una cultura de cuidado, por parte de todos los actores de la sociedad civil.

En el marco de este evento, nuestra catedrática, la Dra. Blanca Ríos-Touma perteneciente a la carrera de Ingeniería Ambiental y experta en ecosistemas acuáticos, participó con su ponencia “Desafíos actuales y futuros de la calidad ecológica de las cuencas alto andinas: Una mirada desde la cuenca del rio Guayllabamba”, la idea del evento fue brindar charlas que aporten al cuidado de los recursos hídricos del país.

¿En qué consistió su ponencia y hace cuanto la viene desarrollando?

Esta ponencia es el resultado de mi tesis de maestría, realizada en el 2004 en la Universidad de Barcelona, en la cual hice una primera evaluación del estado de la cuenca alta del Guayllabamba, que es básicamente el lugar donde vivimos todos los quiteños , estudiando cuales serían los sitios de referencia y como están los lugares impactados, el cual es el primer paso para poder hacer una evaluación.

Usamos criterios de la Unión Europea para definir los parámetros de calidad de los ríos y ese estudio no se repitió desde el 2004, hasta que con un proyecto de investigación de la UDLA se repitió en el año 2017, de la misma forma técnica para poder comparar la calidad ecológica y el uso del suelo.

¿Cuáles fueron esos cambios?

Hicimos un estudio para analizar cómo había cambiado el uso del suelo, y como las áreas urbanas habían crecido en la cuenca, por ejemplo la mancha urbana de Machachi antes estaba muy separada de los valles y de Quito y ahora se ha convertido en una “gran mancha”. Además, incorporamos estudios de marcadores virales que nos permiten saber a nivel de heces fecales de donde viene la contaminación fecal.

Comprobamos que las aguas servidas entran sin tratar al rio, además los estudios de micro plásticos arrogan datos alarmantes de contaminación en los ríos de Quito. Estamos batiendo récords con los valores comparados a nivel de otros ríos en el mundo. Finalmente descubrimos por primera vez enfermedades gastrointestinales que no se han reportado en las clínicas, y que solo han reportado por ejemplo en lugares como el África.

¿Por qué se eligió al Guayllabamba para el estudio?

Este rio empieza en los Illinizas y Cotopaxi y nosotros los quiteños vivimos en estacuenca.Incluimos los afluentes como el Pita, el San Pedro o el Chiche que forman sub cuencas las cuales también hemos estudiado, en total tenemos 46 puntos distribuidos.

¿Esta ponencia fue la única que arrojó este tipo de datos?

Este es el único estudio del que yo tengo conocimiento, que tiene esa perspectiva histórica y que es tan amplio a lo largo de la cuenca, justo uno de los temas que se recalcaron en el evento de Senagua, es la falta de datos históricos en todo nivel, que hacen muy difícil tomar decisiones justamente sobre la gestión del manejo del agua, entonces los grandes pendientes es la falta de gobernabilidad técnica por la falta de datos y el tratamiento de aguas residuales.

¿Cuál es el gran problema de Quito en relación al cuidado?

Primero saber que estamos violando las mismas ordenanzas municipales que protejen a las quebradas y ríos de la ciudad, es decir nosotros violamos las propias normativas. Esto visibiliza el daño que estamos haciendo para crear una conciencia ciudadana para que el tratamiento de agua residual sea una prioridad para Quito.

En este contexto, ¿Cómo fue recibida su investigación por los actores presentes?

El estudio recibió varias apreciaciones de lo importante que es entender que vivimos en ecosistemas conectados, y que es una deuda histórica que llevamos arrastrando durante décadas y por la cual no se ha hecho absolutamente nada. Hay que entender que no solo tenemos derecho de tener agua limpia, si no que debemos también aprender a manejar el agua residual.

En contexto

La Dra. Blanca Ríos Touma, es experta en ecosistemas acuaticos y cuenta con un doctorado en la Universidad de Barcelona y con dos posts doctorados entre la Universidad San Francisco de Quito y la Universidad de Barcelona, y el último realizado en la Universidad de Berkeley enfocado en restauración de ríos. Ella es catedrática e investigadora por la carrera de Ingeniería Ambiental y directora de grupo de investigación en Biodiversidad, Medio Ambiente y Salud -BIOMAS- de la Universidad de Las Américas.