Que el mercado sume seis meses consecutivos de bajos precios puede ser una noticia que alegre al bolsillo del ecuatoriano, pero a corto plazo. Para analistas económicos consultados, el hecho de que el país haya entrado a una etapa de deflación es motivo de empezar a preocuparse, pues significa que el consumo y la tan ansiada recuperación económica no están dando las señales esperadas. Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló que la variación anual del índice de febrero alcanzó un -0,14 %, la sexta caída mensual consecutiva que cumple con las características de lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) encasilla como etapa deflacionaria. Entrar en este periodo es poco usual, dice Vicente Albornoz, decano de la Facultad de Ciencias Economía y Administrativas de la Universidad de Las Américas. De hecho, explica, Ecuador no había experimentado una etapa igual desde hace 85 años. “Hemos tenido pocos meses con caídas de precios, pero así, como deflación larga, la última que tuvimos se dio en el año 1932”. Albornoz aclara que lo que se registra en el mercado no es un desplome abrupto de precios, pero sí una baja generalizada que genera un efecto negativo en la economía. “La deflación crea un desincentivo para no consumir y no producir. ¿Para qué voy a comprar algo, si sé que en tres meses estará más barato? En ese sentido eso es un problema para que la economía se dinamice y pueda recuperarse”.
Carrera | FACEA |
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Fecha | 2018-03-07 |
Medio | Expreso |
Vocero | Vicente Albornoz |